Todos los días vemos a nuestro alrededor muchos materiales
con formas diversas. Las sustancias cambian de estado al perder o ganar
energía. Por ejemplo, se necesita energía para fundir cubos de hielo y para
hervir agua en un recipiente. En contraste, se libera energía cuando el vapor de agua se condensa en
líquido y el agua líquida se congela
para formar cubos.
Más importante todavía es que nosotros implicamos energía. Usamos energía cuando hablamos, jugamos tenis, estudiamos y
respiramos etc. En nuestro cuerpo, los alimentos que comemos nos proporcionan la energía para realizar
trabajo, que incluye el crecimiento y la reparación de células. Los componentes
de los alimentos que proporcionan energía son carbohidratos, grasas,
proteínas, que se descomponen durante la digestión en glucosa, ácidos grasos y
aminoácidos.
Las vitaminas y los minerales son necesarios para la salud,
pero no tienen valor energético. El principal combustible para nuestro cuerpo son
los carbohidratos, pero si las reservas de carbohidratos se agotan, las grasas
y luego las proteínas se pueden usar para la energía. La energía en los
alimentos se expresa como kilocalorías o calorías; la unidad usada internacionalmente es el kilojoules. Ella depende de
la edad, sexo, actividad física. Cuando la ingesta de alimento supera la
salida de energía, aumenta el peso
corporal de una persona. La ingesta de alimento por lo general se regula por
el centro del hambre en el hipotálamo, ubicado en el cerebro. La regulación de la ingesta de alimento normalmente es proporcional al almacenamiento
de nutrientes en el cuerpo. Si éste es
bajo, sientes hambre; si es alto no sientes necesidad de comer. La pérdida de
peso ocurre cuando la ingesta de
alimento es menor que la salida de energía. Muchos productos dietéticos
contienen celulosa, que no tienen valor nutritivo, pero proporcionan volumen y
hacen sentirse satisfechos. Las drogas dietéticas, que deprimen el centro del
hambre, también pueden excitar el sistema nervioso y elevar la presión
sanguínea. El ejercicio es una importante forma
de gastar energía y elevar la pérdida de peso.