martes, 8 de marzo de 2016

DINÁMICA DE LOS SISTEMAS MATERIALES: MATERIA - ENERGÍA



Todos los días vemos a nuestro alrededor muchos materiales con formas diversas. Las sustancias cambian de estado al perder o ganar energía. Por ejemplo, se necesita energía para fundir cubos de hielo y para hervir agua en un recipiente. En contraste, se libera energía  cuando el vapor de agua se condensa en líquido  y el agua líquida se congela para formar cubos.

Más importante todavía es que nosotros  implicamos energía. Usamos energía  cuando hablamos, jugamos tenis, estudiamos y respiramos etc. En nuestro cuerpo, los alimentos que comemos nos proporcionan la energía para realizar trabajo, que incluye el crecimiento y la reparación de células. Los componentes de los alimentos que proporcionan energía son carbohidratos, grasas, proteínas, que se descomponen durante la digestión en glucosa, ácidos grasos y aminoácidos.


Las vitaminas y los minerales son necesarios para la salud, pero no tienen valor energético. El principal combustible para nuestro cuerpo son los carbohidratos, pero si las reservas de carbohidratos se agotan, las grasas y luego las proteínas se pueden usar para la energía. La energía en los alimentos se expresa como kilocalorías o calorías; la unidad usada internacionalmente es el kilojoules. Ella depende de la edad, sexo, actividad física. Cuando la ingesta de alimento supera la salida de energía, aumenta el peso corporal de una persona. La ingesta de alimento por lo general se regula por el centro del hambre en el hipotálamo, ubicado en el cerebro. La  regulación de la ingesta de alimento normalmente es proporcional al almacenamiento de nutrientes en el cuerpo.  Si éste es bajo, sientes hambre; si es alto no sientes necesidad de comer. La pérdida de peso  ocurre cuando la ingesta de alimento es menor que la salida de energía. Muchos productos dietéticos contienen celulosa, que no tienen valor nutritivo, pero proporcionan volumen y hacen sentirse satisfechos. Las drogas dietéticas, que deprimen el centro del hambre, también pueden excitar el sistema nervioso y elevar la presión sanguínea. El ejercicio es una importante forma  de gastar energía y elevar la pérdida de peso.